Así lo ha reivindicado en la jornada “Herramientas para facilitar el cumplimiento en materia de Prevención del Blanqueo de Capitales a los profesionales del Derecho”, celebrada hoy en la sede de la Abogacía, en la que también han participado Luis Manuel Rubí, socio director de Rubí Blanc Abogados y África Pinilla, responsable de gestión del Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC).
“Más del 85 % de la abogacía se ejerce en despachos de menos de cinco abogados y éstos tienen más dificultades para el cumplimiento”, añadió Pellón, quien solicitó que las obligaciones impuestas a los profesionales sean proporcionales a los niveles de riesgo que su actividad comporta.
Además, demandó una regulación clara y precisa que garantice una mayor seguridad jurídica. “Cuando se habla de indicio de sospecha de blanqueo hay que fijar con claridad si nos referimos al ámbito penal o no”.
También afirmó que “entre las funciones del Consejo está el difundir la cultura del cumplimiento de la prevención del blanqueo y tratar no solo que los abogados cumplan con sus obligaciones, sino facilitarles este cumplimiento”.
África Pinilla manifestó que en España el conocimiento de la norma es elevado y que los abogados españoles no son ajenos a la prevención. “Aún así el cumplimiento estricto de la ley por el abogado en esta materia es mejorable. Algunos despachos de abogados todavía no tienen órganos de control”. Y apuntó que desde el SEPBLAC enviaron en 2022 un total de 33 comunicados por indicio.
En el evento, Lefebvre presentó la herramienta “Centinela Prevención de Blanqueo de Capitales” para ayudar a los despachos profesionales a cumplir con las obligaciones de prevención del blanqueo de capitales.
Luis Manuel Rubí indicó que simplifica todos los procesos de identificación, conocimiento y análisis tanto del cliente como de las operaciones que pretenda llevar a cabo en los despachos.
Entre las funcionalidades más importantes de Centinela, apuntó, se encuentra un “scoring” específicamente diseñado para detectar los riesgos más frecuentes que afectan a los profesionales. “Además los letrados conocerán sus obligaciones, ya que incluye un canal de autoevaluación y las medidas de control interno a aplicar”, agregó.
Para Pellón la ventaja de esta herramienta es que ha sido confeccionada por personas que se dedican a la actividad de la prevención del blanqueo, “que pueden alertar mejor que otros profesionales de los riesgos que pueden existir en la materia”.