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Lourdes Carballo, decana del Colegio de la Abogacía de Vigo, ha advertido de que la celeridad y el cambio continuo de ritmo que exige la profesión de la abogacía afecta al bienestar de los profesionales y ha hecho un llamamiento para que cuiden su salud física y mental.

“No hay pleito fácil. A la presión por los plazos, se une la que nos exige el cliente, el contrario, el tribunal o el propio despacho y eso afecta a la alimentación y al sueño”, explicó Carballo, en la inauguración del Congreso “Del estrés en la Abogacía a #jurisbalance”, organizado por Bienestar Hub / Cultura Empresarial.

“La incertidumbre o frustración con el resultado no esperado de un pleito también nos afecta. Nuestro trabajo consiste en deshacer conflictos y necesitamos mucha fuerza interior para no desfallecer”, añadió.

Por eso, ha aconsejado cuidar mente, cuerpo y el espíritu como formas para combatir el estrés. “Todo se trabaja. Al cuerpo se le maltrata mucho en el despacho. Necesitamos cuidarlo para reponerle de ese maltrato, con ejercicio, alimentación y el descanso”.

Además, para cuidar la mente, ha recordado la importancia de trabajar con cierto orden u organización. “Tenemos un trabajo que es como una noria. Y hay que abrir la mente porque es muy fácil caer en estrés si vivimos únicamente para el despacho porque también perderemos la perspectiva”.

La utilización de las nuevas tecnologías, ha manifestado la decana, ha traído entre otras ventajas la organización y la agilización del trabajo en el despacho. Pero, en cambio, ha supuesto que para el cliente haya aumentado el nivel de respuesta que quiere del profesional de la abogacía. “La respuesta certera del abogado no puede ser tan rápida. La abogacía no es ciencia exacta y nuestras fórmulas son interpretables. No podemos dar respuestas uniformes a casos distintos”, ha recordado.

Por tanto, uno de los desafíos de la profesión es “evitar que las nuevas tecnologías precipiten nuestra respuesta, atrofien nuestro espíritu crítico. La Justicia debe ser  proporcional pero además adaptada a la persona que la necesita”, ha advertido.

Y en último término la abogada ha sugerido “pedir ayuda a otros colegas y profesionales cuando no somos capaces de resolver nuestro trabajo”.