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Los colegios y las organizaciones de la abogacía tienen que permanecer vigilantes y trabajar con fuerza en la defensa de la democracia, el estado de derecho y los principios constitucionales, frente a los desafíos que plantean nuevas realidades, como las derivadas de la implantación de las nuevas tecnologías, el cambio climático, guerras o los fenómenos migratorios.

Esa es, a juicio de Carlos Andreucci, presidente de la Unión Iberoamericana de Colegios y Agrupaciones de Abogados (UIBA), una de las conclusiones más significativas del XIV Congreso que su organización ha celebrado en la sede del Colegio de Abogados de Pamplona en colaboración con el Consejo General de la Abogacía Española.

En este Congreso “hemos tenido un reflejo fiel y cierto de lo que está ocurriendo sobre los asuntos que tratamos los abogados, como la gobernanza y estabilidad de las democracias iberoamericanas, el tema migratorio, el acceso a la justicia, abuso y violencia contra las mujeres y el menor o el arbitraje como solución al colapso judicial”, ha señalado.

El presidente de la UIBA también ha destacado el análisis de la incidencia de tecnología, no solo en el ejercicio de la profesión sino también en una ciudadanía cuya privacidad “queda expuesta y a merced de los intereses de los gobiernos y de las empresas”. También ha aludido al debate mantenido sobre consecuencias de algunas decisiones adoptadas por los gobernantes en el marco de la pandemia “que, bajo el ropaje de la seguridad, han hecho que las personas les hayamos entregado nuestras libertades”, y a los campos que se abren en torno al cambio climático o la regulación de las nuevas fuentes energéticas.

La valoración que realiza de los resultados del Congreso es muy positiva, porque ha servido para ratificar el respaldo y acompañamiento de las organizaciones colegiales a los profesionales de la abogacía, lo que redunda en beneficio de la ciudadanía “que percibe que el abogado es un ser independiente, libre, en quien puede confiar porque no está coaccionado por el poder o por un grupo de presión. Los colegios lo garantizan, y también que el abogado va a mantener el secreto profesional, a pesar de que los estados quieren imponernos que revelemos el contenido de nuestras actuaciones y denunciemos aunque solo existan mínimas sospechas”.

La UIBA, en respuesta a la invitación realizada por el anterior decano de Pamplona, Alfredo Irujo, se unirá al Observatorio de la Abogacía en Riesgo. Igualmente va a colaborar con la Corte Penal Internacional en el esclarecimiento de los crímenes de guerra y terroristas que no son investigados por los gobiernos a los que debería corresponder su esclarecimiento. “Vamos a trabajar en ese terreno de la mano con la Comisión de Extranjería del Consejo General de la Abogacía”, ha asegurado.

Por otra parte, Andreucci ha anunciado que en las asambleas mantenidas en el seno del congreso han decidido que la UIBA se sirva del asiento permanente de que dispone en la Organización de Estados Americanos para denunciar posibles mermas de la calidad de las democracias de los países latinoamericanos.