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Se han incrementado los ciberdelitos un 79,16% desde el año 2018 al año 2020

Todos tenemos más o menos claro que existe eso que llaman la Ciberdelincuencia y que cada día está más cerca de nosotros, ¿verdad? Todos hemos escuchado hablar de ella, ya sea por los medios de comunicación, por personas de nuestro entorno que han sufrido algún ciberdelito o, incluso, porque nosotros mismos hemos sufrido alguno de ellos.

Índice de contenidos

  • ¿Cómo habían evolucionado los delitos informáticos hasta la llegada del Coronavirus?
  • ¿Qué pasó a partir del Covid-19 y del confinamiento?
  • ¿Qué es lo que nos espera a partir de ahora?

¿Cómo habían evolucionado los delitos informáticos hasta la llegada del Coronavirus?

Teniendo en cuenta la falta de fronteras en el mundo virtual, podemos tomar los datos y cifras españolas como muestra de lo que ha ocurrido (y ocurre) a nivel global:

Previo al coronavirus, desde que existen estadísticas y recogida de datos allá en el año 2012, podemos afirmar que el desarrollo de las tecnologías y su incorporación al día a día de las empresas y de las personas como tú o como yo, tanto desde un enfoque cualitativo, como cuantitativo, dio lugar a que la evolución de la ciberdelincuencia se incrementara de forma exponencial[ii].

De las estadísticas oficiales sobre ciberdelincuencia del Portal Estadístico de Criminalidad perteneciente al Ministerio del Interior del Gobierno de España[iii] resultaba claro que, de la evolución sufrida en relación con el incremento de los ciberdelitos hasta ese momento, estos habían llegado para quedarse… Estos se habían visto incrementados en un 275,43% desde el año 2012 hasta el año 2018 (previo al Covid-19).

(Foto: E&J)

Una muestra de ello son los hechos conocidos relacionados con los delitos contra la libertad sexual a través de las nuevas tecnologías. En el año 2012 se conocieron en todo el territorio nacional 715 delitos de esta naturaleza, estando Andalucía a la cabeza y existiendo comunidades autónomas donde la cifra se reducía a cero o a casi cero, con una media por CCAA de 42.

A mayor consumo de internetmayor es la presencia del ciberdelincuente

Esta evolución ha hecho que los ciberdelitos supongan una fuente principal de preocupación de la sociedad en general. Tan es así que ya en el año 2017 el Estudio sobre la Cibercriminalidad en España[iv], elaborado por la Secretaría de Estado de Seguridad, dependiente del Ministerio del Interior, indicaba que “la ciberdelincuencia, como fenómeno que va parejo al uso de las nuevas tecnologías, ha experimentado un crecimiento durante los últimos años, como consecuencia de un mayor uso por parte de la sociedad de todas las nuevas formas de conectividad tecnológica. Los ciberdelincuentes para perpetrar sus ilícitos penales, aprovechan tanto las vulnerabilidades de los sistemas informáticos, como la confianza de los usuarios de dichos sistemas. Es por ello, que el conocimiento de los riesgos asociados a las nuevas tecnologías, así como la puesta en funcionamiento de una cultura de la ciberseguridad, redundará en atajar este fenómeno criminal”

¿Qué pasó a partir del Covid-19 y del confinamiento?

Si todo lo que te he dicho es cierto, no lo es menos que, tras la irrupción del Covid-19, el uso (o, más bien, el “abuso”) de las nuevas tecnologías en general, y para la comisión del delito en particular, se ha incrementado de una forma nunca vista.

Un buen ejemplo de esta disrupción de las nuevas tecnologías en nuestro estilo de vida (todo sea dicho… bastante gráfico…) es lo que ocurrió con la página de contenidos para adultos Pornhub. En la noche del confinamiento las visitas en España pasaron del 10% al 70%. Sin duda, el delito ha pasado del mundo offline al mundo online ya que, al pasar de la calle a nuestras casas, dependemos más de la tecnología[v].

También resulta de importancia traer a colación el análisis del consumo de internet por parte de los usuarios durante esa época del confinamiento.

Una muestra de ello es el análisis que hace el Instituto Nacional de Estadística sobre las ventas del comercio minorista en España según el canal durante el primer semestre del año 2020. Del mismo se extrae que las ventas por internet, fueron los únicos que se vieron incrementados y de un modo más que notable.[vi]

(Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Eurostat)

A mayor consumo de internet (por simplificar mucho el concepto) mayor es la presencia del ciberdelincuente y mayor es el número de ciberdelitos. Por este motivo, la irrupción del Covid-19, principalmente durante el confinamiento, ha supuesto un incremento de las nuevas tecnologías como medio para la comisión del delito como nunca antes se había visto.

Las medidas que adoptaron los países en relación con el confinamiento dieron lugar a un descenso drástico en la mayoría de los delitos relacionados con la violencia física, viéndose reducidas en un 24,8%, pasando de un total de infracciones penales de 1.069.105 en el primer semestre de 2019 a 803.609 en el mismo periodo de 2020[vii], salvo en los relacionados con el ámbito doméstico y con la ciberdelincuencia, que se han visto notablemente incrementados[viii].

Un ejemplo de ello es el hecho de que, desde el 2019 hasta julio del 2020, se ha producido un importante incremento de la virulencia de los ataques de Ransomware a nivel internacional y del desarrollo de esta verdadera ingeniería delictiva[ix].

Igualmente, también en este sentido, resulta pertinente poner de manifiesto el notable incremento de los ciberataques y de los fraudes online. Es significativo el estudio realizado por Action Fraud en Reino Unido, que informa del incremento de los ciberdelitos durante la pandemia, en concreto, un 43,24% para el conjunto de ciberdelitos que se analizaron y un 50,95% para el fraude online[x].

Si tomamos como referencia para obtener conclusiones sobre qué ha ocurrido tras la pandemia a las estadísticas del Portal Estadístico de Criminalidad podemos observar que los datos dejan poco lugar a dudas… Y para muestra un botón… Hemos pasado de 42.812 hechos conocidos de infracciones penales relacionadas con la cibercriminalidad en el año 2012, a 160.729 en el año 2018 (año previo a la pandemia), a 218.302 en el año 2019, a 287.963 en el año 2020[xi]. En consecuencia, se han incrementado los ciberdelitos un 79,16% desde el año 2018 al año 2020 y un 572,62% desde que hay estadísticas en el 2012.

(Fuente: Portal Estadístico de Criminalidad)

¿Qué es lo que nos espera a partir de ahora?

Aunque todos los datos que te doy son objetivos, estos son solo la punta del icerberg… Es opinión del que suscribe que son dos cuestiones distintas y bien diferencias, por un lado, el número de procesos judiciales y/o “hechos conocidos” y, por otro lado, el número de delitos cometidos, conocidos o no.

Uno de los principales problemas con los que cuenta el estudio de la ciberdelincuencia es que, aunque existen estudios que analizan la tendencia (como los antes vistos u otros emitidos por algunas importantes empresas de seguridad), son pocos los hechos denunciados en comparación con los hechos cometidos.

Todos estos datos nos llevan a la conclusión de que la ciberdelincuencia ha venido para quedarse y que, probablemente, en los próximos años vamos a ver una cierta migración de las estadísticas, desde los delitos tradicionales, hasta los ciberdelitos y, probablemente, hacia nuevos ámbitos de oportunidad para el ciberdelincuente.[xii]