El IX Congreso de Derechos Humanos de la Fundación Abogacía, que se celebra el 14 y 15 de diciembre en el Consejo General de la Abogacía Española, estará dedicado al derecho a la paz y a la seguridad.
La guerra de Rusia contra Ucrania estará evidentemente muy presente en las mesas de debate, que también analizarán las migraciones en tiempos de guerra, el concepto de seguridad humana en el panorama actual internacional, el derecho a vivir en paz o los nuevos desafíos de la Corte Penal Internacional en su XX aniversario.
En la inauguración participarán la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, Victoria Ortega, y la directora de la Comisión Europea en España, Mª Ángeles Benítez Salas.
A continuación, en la mesa ‘El flagelo de la guerra continúa’ intervendrán Mira Milosevich-Juaristi, investigadora principal del Real Instituto Elcano para Rusia, Eurasia y los Balcanes; Pablo Simón, politólogo y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Carlos III; y Nicolás Castellano, periodista de la Cadena SER.
Otros ponentes serán Carlos Romeo, catedrático de Derecho Penal en la Universidad del País Vasco, que participará en la mesa sobre ‘Personas mayores en tiempos de guerra’; Marta García Cienfuegos, responsable de la Unidad de Protección en ACNUR y Patricia Fernández Vicens, abogada especializada en derechos de las personas migrantes, que hablarán sobre ‘Migraciones en contexto de guerra’; Beth Gelb, presidenta de Amnistía Internacional España, que participará en la mesa ‘La seguridad humana en el próximo contexto apocalíptico’; o Federico Mayor Zaragoza, exdirector de la Cátedra UNESCO, para dialogar sobre ‘La educación en derechos humanos’.
El derecho a la paz, tal y como lo define la UNESCO, es un concepto amplio que no significa solo ausencia de conflictos armados, sino que engloba el derecho a ser educado en y para la paz; a la seguridad humana; a vivir en un entorno seguro y sano; a un medio ambiente sostenible; a las libertades de pensamiento, opinión, expresión, conciencia y religión; al refugio; a emigrar y participar en los asuntos públicos; y a la justicia, a la verdad y a la reparación efectiva.
Mientras que la seguridad humana, según la ONU, “significa proteger al ser humano contra las situaciones y las amenazas críticas (graves) y omnipresentes (generalizadas). Significa la creación de sistemas políticos, sociales, medioambientales, económicos, militares y culturales que en su conjunto brinden al ser humano las piedras angulares de supervivencia, los medios de vida y la dignidad”.
